UC - Críticas
| País: USA. |
Interpretación: Ryan Gosling (Driver), Carey Mulligan (Irene), Ron Perlman (Nino), Christina Hendricks (Blanche), Bryan Cranston (Shannon), Oscar Isaac (Standard), Albert Brooks (Bernie Rose), Kaden Leos (Benicio), James Biberi (Chris Cook). |
EL CONDUCTOR IMPASIBLE
"Drive" es un thriller que combina drama, acción, romanticismo, violencia, estética pop ochentera y nihilismo metafísico. Una mezcla extraña y explosiva que funciona gracias a la habilidad tras las cámaras del director danés Nicolas Winding Refn. La crítica la ha acogido de manera entusiasta, por mi parte decir que si bien es cierto que el film no es redondo del todo y contiene altibajos narrativos en su primer tercio y un flojo guión, sí que ofrece suficientes elementos interesantes para llamar nuestra atención. De hecho, tengo que comentar que he tenido la oportunidad de visionar el film en dos ocasiones y que el segundo visionado he podido disfrutarlo aún más que el primero.
Driver es un conductor especialista de cine por el día y un conductor para fugas por la noche. Pero no importa el trabajo que tenga que hacer porque Driver se siente siempre a gusto detrás del volante. Shannon es mentor de Driver a la vez que su jefe. Desde que se dio cuenta del talento de Driver al volante, le busca directores de cine y televisión para sus películas o criminales que necesiten al mejor conductor para sus fugas, llevándose una comisión en ambos casos. Pero el mundo de Driver cambia el día que se encuentra con Irene.
Lo mejor de "Drive" es su estética y su planteamiento visual que consigue trasladar en imágenes por momentos fascinantes, un manido y soso libreto que nos cuenta una historia de cine negro clásico que ya hemos visto muchas veces. Winding Refn utiliza todos los recursos a su disposición para dotar de personalidad escenas que sobre el papel no tienen mayor interés y cogiendo como referencia el cine de los 80, pero siempre con una narrativa propia, nos embauca con la bella conjugación de sus imágenes y el curioso tratamiento que efectúa del sonido y la banda sonora. También cuenta con un reparto espectacular donde brillan especialmente los secundarios, Albert Brooks, Bryan Cranston, Ron Perlman, Christina Hendricks... y que tiene una pareja protagonista que dota de gran química a sus escenas conjuntas, casi sin diálogos y basadas en las miradas, la siempre maravillosa Carey Mulligan y un impasible Ryan Gosling que parece homenajear la cruel inexpresividad del maestro Eastwood en su personaje de Harry el Sucio.
Hay escenas magistrales como la que abre el film y el resto de persecuciones de coches, muy originales y diferentes a lo que estamos acostumbrados a ver, o la del ascensor que pasa en segundos del romanticismo más puro a la violencia más extrema, todas ellas dotadas de una calma tensa que te cala los huesos. En general, todas las escenas del tercer acto pasarán a esa memoria cinéfila colectiva que mitifica los mejores momentos cinematográficos vividos, pero también debemos ser honestos y reconocer que la primera parte del film es más irregular, que el director se excede en su pretenciosidad estética y sus ralentís, y que pese a la ironía que se desprende de la chaqueta ensangrentada del protagonista que no le impide pasearse tranquilamente por todos lados sin llamar la atención de la gente, carece de humor por tomarse demasiado en seria a sí misma, pero aún así nos encontramos con un film que combina drama romántico y cine negro con clase e inteligencia, lo que no es nada habitual en los tiempos que corren y que para muchos puede convertise en un referente del género.
